Desde las ventanas de la casa gijonesa de Laura Castañón se domina el horizonte sobre el mar Cantábrico. Meses antes de la publicación de Dejar las cosas en sus días (Alfaguara, 2013), empezamos a reunirnos en algo que, desde antes de tener forma clara, ya se llamaba el Telar. El Telar de Laura. Pretendíamos compartir saberes y sabores: al calor del desayuno, la conversación. La novela creció para nosotras en esas charlas. Tuvimos la inmensa suerte de poder leerla cuando su autora aún le buscaba casa; después, de echar una mano corrigiendo galeradas y preparando el feliz alumbramiento. Ahora es ya un texto que acompaña a más personas y por eso este pequeño rincón de internet.
Queremos que El Telar de Laura Castañón sea la casa sobre el mar de quienes os acerquéis a su primera novela (¡y a las que vendrán!). Para ello, queremos construir un espacio en el que textos e imágenes acompañen la lectura, en el que nos podáis acercar vuestras impresiones; en el que compartir, en definitiva, algo del calor y del sabor que tiene para nosotras la compañía de Laura Castañón. Por eso esta "salita" virtual que iremos construyendo al ritmo que crezca la vida de la novela, dejando la puerta siempre abierta a que la propia escritora se deje caer por aquí.
Toté, Teresa, Sofía, Natalia, Lara y Alba
Queremos que El Telar de Laura Castañón sea la casa sobre el mar de quienes os acerquéis a su primera novela (¡y a las que vendrán!). Para ello, queremos construir un espacio en el que textos e imágenes acompañen la lectura, en el que nos podáis acercar vuestras impresiones; en el que compartir, en definitiva, algo del calor y del sabor que tiene para nosotras la compañía de Laura Castañón. Por eso esta "salita" virtual que iremos construyendo al ritmo que crezca la vida de la novela, dejando la puerta siempre abierta a que la propia escritora se deje caer por aquí.
Toté, Teresa, Sofía, Natalia, Lara y Alba
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